lunes, 31 de octubre de 2011

Divina locura de amor

Quizá has olvidado muchas cosas: amores, desamores, decepciones, deudas, creencias, ideas, gestas, glorias, derrotas, colores, palabras, dolores, pasiones, nombres, fechas, canciones y cualesquiera de otras muchas cosas, grandes y pequeñas, que caben desordenadamente en el inmenso baúl de los recuerdos y de otras cosas excedentes de la vida, pero las cosas vivas jamás las olvidarás. Como aquella mirada de soslayo que intercambiamos aquel día; mirada con la que lleno cada día una página en blanco de puro sentimiento. Por cierto, en el día de hoy estoy celebrando aquel día feliz. Pudiera ser que no esté de acuerdo con el calendario, pero hoy al levantarme me apetecía celébralo. (Hoy te hecho de menos más que nunca). Porque de aquella mirada de soslayo, además, voy construyendo cada día lo que llevo dentro de mí que te pertenece. ¿Cómo negar el sentimiento que llevamos dentro? Intentarlo siquiera equivaldría a empezar a morir viviendo. Con un beso tuyo de puro corazón cumpliste tu promesa: vivo una historia de amor. Divina locura de amor. (El poder de la creación y el ejemplo de un ser humano extraordinario).

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