Vengo del supermercado de reñir con la cajera. No era mi intención reñir con la cajera, que yo fui a comprar y no a reñir. Pero me quería timar en el cambio y eso sí que no. Monté una algarabía de mucho cuidado... Y mientras, la fila se hacía enorme: unos que si iban a trabajar y que el tiempo, otros que si la comida y "les cames sin facer", en fin, que tuvo que venir el encargado y en un verbo asunto resuelto: Yo negligente, el euro para ella. (Se perdió todo el respeto y la razón que se merece un cliente). Lo cierto es que tengo un mal día, me levanté con el paso cambiado (como la cabra de ayer en el desfile). Ay, como llegue a la noche así, me iré con la botella a echar un trago o más, me emborracharé que cada vez somos menos. Es deprimente, un día te levantas y una vecina menos (viuda claro. Un día tendré que resolver el enigma de las viudas. Solo hay viudas, qué harán con los viudos... adónde los meterán...), un amor y otros besos me ha abandonado. Mí ánimo a elegido un mal día para aprovecharse de mí. Ciego de ira por la cajera y con el corazón roto por el amor ido, creo que solo puedo hacerle frente emborrachándome, no estoy dispuesto a permitirme tan siquiera una tregua. Mí ánimo culpable. Sé que está mal beber, que es mal ejemplo, pero hoy lo necesito... o no ¿? Quiero decir que sí, que está mal beber, que es mal ejemplo, pero estoy seguro de no cometer ningún crimen, porque hay pueblos que ocupan gran parte de su tiempo a emborracharse. Hoy, en mi cotidiana batalla con la psicosis haré de cristiano y los abstemios mahometanos caerán como pasto de mi ira... Los libros de historia nos enseñan y dicen que en la India , en tiempos de la colonización, cien mil británicos consumidores de carne y güisqui, vencieron a doscientos cincuenta millones de abstemios y vegetarianos. Aunque reconozco que estos pueblos bebedores que propician guerras (preventivas) son naciones que no les acompañan para nada la justicia ni los derechos humanos... No estoy interesado en recordar a nadie que soy mortal, tampoco pediré amparo por ser otra persona, así que hoy beberé y me emborracharé en la noche desvelada hasta perder el control. Cerraré el confesionario y solo estaré para mí y la botella.
Calma, calma, tal vez la cajera también se levantó con el pie izquierdo y no supo manejar eso de "no llevar tus problemas al trabajo y viceversa, claro". Ya pasó amigo, da vuelta la página y encuentra una imagen que despierte una rima bonita. Te quiero
ResponderEliminarTu imagen inspiradora. Crear es hermoso. Me pongo a ello, mañana irá por ti. Me has alegrado el día: un te quiero no me lo regalan cada día. Yo también te quiero. Beso.
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