martes, 18 de octubre de 2011

La vejez y una ilusión

"Porque te quiero a ti, porque te quiero, cerré mi puerta una mañana y eché a andar. Porque te quiero a ti, porque te quiero, dejé los montes y me vine al mar". Joan M. Serrat.

Siempre pensé que en la vida si deseas alcanzar una meta, la forma más fácil de hacerlo es con hechos. Podemos ser capaces de alcanzar, y de hacer creer a otros que algo es del color con que se mire. O de pensar que todo lo que ocurre a tu alrededor es fruto de la percepción y no de la propia realidad. Siempre creí en las segundas oportunidades. El humano ser evoluciona interactuando con los demás. No hay evolución aislada y las cosas están dispuestas para que no solo evolucionen en función de los hechos sino a través de circunstancias que nos afectan directa o indirectamente. Una parte importante del proceso evolutivo se produce cuando el amor nos afecta. Cada cual posee una determinada cantidad de energía y la utiliza de la mejor manera posible. Pero no siempre atiende a razones, que hablo de amor. Entonces, esa energía se vuelve esquizofrénica. Simplemente es una fuerza, es energía, es un alma agitada por la ansiedad. El asunto es bien fácil: nos complicamos la vida, y lo peor, se la complicamos a los demás. Alma, corazón y vida. Una persona mentalmente equilibrada, ecuánime y prudente, un día echó a andar. Creyó que no malgastaría su tiempo y su energía porque iba en busca del amor y el amor todo lo justifica. Ni a la muerte temía. Y nunca dejó de enviar esas ondas de energía que brotaban desde su interior, pero al final, desajustado emocionalmente, su alrededor se volvió turbio y la intensidad de su búsqueda fue perdiendo su fuerza natural. Se hizo viejo y loco. ¿Somos responsables de nuestros pensamientos, ya sean de amor o de maldad? Que cada cual se las arregle como sea para sanear sus pensamientos, porque se quiera o no, somos apenas nuestros pensamientos. Pureza en el pensamiento, palabra y obra. Pero aún hay más, porque no siempre sabemos dónde empieza la verdad y dónde la mentira... Una ilusión. ("La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza"). Dice un proverbio hindú.

2 comentarios: