"Cuando la fiesta nacional, yo me quedo en la cama igual, que la música militar nunca me supo levantar". G. Brassens / P. Pascal.
Hoy, los diarios recogen el funeral por el soldado muerto en Afganistán. Y dicen que Rajoy no asistió a pesar de que era el primer soldado muerto de su mandato y de que tenía el domingo libre y que estaba en Moncloa y que bien podía haber asistido... Y recuerdan a González Pons criticar a Zapatero que en febrero de 2012 fuera en viaje oficial a "rezar" con Obama y no por otro soldado también muerto en Afganistán.
Predicar y dar trigo no es lo mismo. Igual que politizar la muerte de un soldado. O fomentarla desde los medios de comunicación.
Un funeral es una tragedia para la familia y una lata para los políticos en un domingo de fúrtbol. El presidente Rajoy tenía que haber asistido al funeral en Zaragoza por el soldado muerto. Estar en Moncloa no es disculpa, ni impide coger un avión modelo final de la copa de Europa de fúrtbol y asistir al funeral por un soldado.
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