El príncipe mejor preparado de la historia cumple 45 años y no es rey. Qué le vamos a hacer.
Un príncipe se libra de la vergüenza de verse obligado a votar por políticos que cargan con tan deshonroso estigma. Y nosotros como pueblo por él. Qué raro es esto de la monarquía. Ellos no votan ni les votan. Tal vez un día les botemos.
Si miramos de soslayo este país, son muchas las cosas que no se respetan. No se respetan los derechos fundamentales. No se respetan las leyes, el poder adquisitivo de los salarios y pensiones, el dinero del erario, lo ajeno, la seguridad, el pudor, el silencio, la intimidad. No se respeta la democracia. Entonces, es difícil respetar unos políticos y una monarquía cuando ellos no se respetan ni respetan.
Sabes escribir con una fina ironía que transmite el pensamiento de muchos ciudadanos...
ResponderEliminarMark de Zabaleta
Siempre estás ahí. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud
Primero te agradezco tu entrada. Te devuelvo la visita con mucho gusto y te invito a que nos intercambiemos comentarios y nos conozcamos mejor. Por lo proto tu texto sobre el príncipe me parece interesante. De mí te puedo dewcir que, con todos los respetos a su persona, hoy por hoy no reconozco otra autoridade que no sea la elegida, con todas saus miserias, que las tiene. Vamos, que soy republicano.
ResponderEliminarPor cierto, el poema anterior es de Gabriel Celaya. Un beso
Efectivamente, Gabriel Celaya. Corregido.
ResponderEliminarElegir es un derecho. Y sí, claro que nos conoceremos, las palabras hablan por sí solas.
Salud