jueves, 3 de enero de 2013

Ausencias compartidas

"La amistad es una exigencia más que necesidad si es que existe".

Para algunas la vida se ha convertido en una carrera voraz por lograr metas relacionadas con las apariencias, que no en instruirse en la vecindad o alcanzar la plenitud en el amor. La vida para algunas se ha vuelto un afán insaciable, ni tiempo se dan para entregarse a su propio bienestar. Y qué decir en tales circunstancias...

Hace unos días una amiga me decía con amargura que se pasó toda la vida entregada para que a su familia no le faltara de nada (mis amigas son así, con poca cosa hacen un drama), y que si pudiera daría marcha atrás para volver a la verdad. A lo que realmente merece la pena, a la familia, sí, pero no solo la familia... Y triste de morir me dice que le pasó la hora porque su hijo se hizo mayor y su marido sigue sentado en el mismo sofá que lo dejó para irse a trabajar el primer día luego del viaje de novios. Mi amiga estaba alteradísima hace unos días... y eso es malo para la salud. Es posible que solo al final del camino nos percatamos de lo que realmente importa, y que fue todo lo contrario a lo que hicimos... Pero no sé si es el caso de mi amiga, ella se entregó a su familia. La familia, siempre lo digo. La familia.

Ahora vengo del hospital y no me dejaron pasar: mi amiga está en la UVI. Y ya veremos, me dijo el médico. El mejor consejo es el que no se da, pero estos días son estupendos para meterse en la vida de los demás. ¿Y entonces? Entonces escucha: El que bien te quiere está harto de tu convicción de que nada es fácil. De que todo lo que te propones amerita de un gran esfuerzo y que la vida te ha sido concedida solamente para vencer obstáculos. Y que el camino es largo, que solo camino hay en tu vida. "Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos viste pasar, he venido por última vez, he venido a contarte mi mal". Ay, tango.

Creo que va siendo hora que trates de alcanzar esas quimeras que a veces parece que se alejan y de manera calculada te bloquean la mente. Ni te enteras de las posibilidades que tienes de alcanzar las meta que te propongas. No me lo explico. Y más si pienso en los miles de "me gusta" que tienes en Facebook. Pero ellos no te ven. Entonces para ellos tú eres lo que quieras ser, lo que te interesa. Y no hace falta que disimules, porque para ti ellos no son nada. Apariencias compartidas. Mejor te diera por perseverar en alcanzar la búsqueda del equilibrio mental. Mal asunto el tuyo si urgente no recibes calor humano. Te sería fácil si compartieras tu sonrisa. Bendita tu sonrisa. Tarde o temprano lo harás, eso te lo puedo asegurar: sino en la tierra en el cielo. Tú decides. Y a mí con esas trolas familiares no me vengas que te conozco bien. (Lo tuyo del hospital me salió porque acabo de salir de él. Nada importante, gracias).

2 comentarios: