martes, 1 de enero de 2013

13 Besos y Positivo 13

Una amiga, ayer me dejó 13 besos en de soslayo. Gracias, muchas gracias... Ella ni se imagina lo que significa para mí un beso... y una sonrisa. 13 Besos. Y otro amigo, y no es normal que tenga dos comentarios en un mismo artículo de opinión lo que sea, y en el mismo día, me dijo que seamos positivos y superemos el 13 como tránsito para una solución que debe llegar... con o sin Mariano. Positivo 13.

Hoy es martes 1. Esto quiere decir algo que no alcanzo a comprender... como cuando ayer fue 31. Guerra de números... de cifras... de ideas... No sé. Estoy seguro que los dos querían desearme lo mejor para el año que hoy comienza. Pero amanecí torpe de entendederas y no sé. De viejo, entiendo más de besos que de economía. Y era casi feliz... Digo que era casi feliz, porque hoy en la SER, escuché al ministro De Guindos decir que la crisis ya era historia, y que iba en serio. Yo le creí, porque un ministro de economía si no es del Principado de Asturias es de fiar. Pero después, otro economista de Ciudad Real, que igual es más que un Principado (soy republicano y no sé), Emilio Ontiveros, dijo que el ministro no tenía datos para asegurar lo que decía. Y sin datos o poesía que lo explique...

Dona me enseñó a amar sin complejos, a besarnos por la calle, a no prejuzgar, a mirar a las personas y no interpretar sus miradas. Amar se me da mejor que la economía. Sin embargo, a mí amiga le agradezco los 13 Besos como a mi amigo el Positivo 13, porque si es positivo simplemente tiene que ser bueno. También dona me enseñó a ser positivo cuando el viento viene de cara y llueve y hace frío... Ay, dona, a veces recordar es morir.

Ayer, justo a las 12 de la noche, cuando el meridiano nocturno cambió de dígito, creí que podía olvidar, que cuando saliera de casa (quizá mañana) sería otra persona y habría otro mundo, o la misma persona y otro mundo, para qué engañarme. Pero no. Y lo peor, lo que oigo en mis oídos no son los Niños Cantores de Viena, sino el jodido zumbido de siempre.

Si los malos entonaran el mea culpa por los perjuicios causados, un martes 1, tal vez fuera la abstracción infinita de la materia y el espacio inacabable de los sueños... Pero no sé, no creo que a este año que hoy comienza le importe demasiado cómo dividamos las calendas. O repartamos la crisis, que el sector del lujo creció un 25%.

Y yo que era casi feliz... Amanecí otra vez (pero no) entre tus brazos, como la canción.

1 comentario:

  1. No me puedo entretener demasiado... pero te haré caso, a pesar de que hace mucho que el tiempo solo me lo dedico a mí. Beso.

    Salud

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