Así no acabaremos nunca

Una amiga me enfadó esta mañana por tomarse su vida muy a la ligera... Ya sé o imagino que las cosas no son fáciles. Y más si desconocemos de qué hablamos. De ahí que prejuzgar sea un mal asunto. Por mucho deporte nacional que valga. Perdona mi amiga. Lo tenía que haber pensado dos veces. Sinceramente perdona.
 

Pues así y con esas, y sin entrar en tus razones sin dudas justificadas, porque las cosas no marchan bien para nadie, me niego a admitir que nos tenemos que morir porque sí. Entonces, niego la mayor y no voy a perder la esperanza... Por mí y también por ti. Por todos y todas. Hoy es un viernes de fiar y lo será por encima de los malos augurios.
 

Hoy es el día de la semana para soñar sin pretextos, para obviar el comentario insidioso con propósitos destructivos. Hoy es el día de la semana para salir a la calle y decirle a la gente que abran los ojos, que no les pase nada de soslayo, porque si una sonrisa... Hoy es el día de posar ante la vida y dejar constancia de que en verano también las mariposas vuelan libres.

 

Amiga, mujer de ojos negro azabache y mirada decidora, sin saber de ti ni tú de mi, nunca dejé de pensar en ti... Por cierto, ¿sabrías decirme qué nos ocurre, por qué sino tú soy yo? Así no acabaremos nunca.