Hay personas malas.
Hay personas de gran corazón. Hay
personas inmensas. Hay personas honestas. Hay personas intachables.
Hay personas sabias. Hay personas de puro amor. Hay personas de
poesía. Y todas tienen sus ejemplos. Es estupendo encontrarte
por la vida a personas que te dan algo de ellas a cambio de nada... Y
hay personas que sin darte nada te lo dan todo y solo cuando las
pierdes te das cuenta de lo que realmente has perdido. De viejo, tengo
ejemplos de todas esas personas.
Entre las personas sabias se encuentra
mi viejo y entrañable amigo Eugenio. De las personas malas recuerdo
de manera vaga algún ejemplo sin cara (las mentes absurdas tenemos
ese privilegio concedido en exclusiva por la María). Y de todas las
demás personas y sus ejemplos, incluidas las amigas idas, prefiero no hablar.
A esta altura del comentario, quiero nombrar los miedos,
desidias, desesperanzas, agobios. Los vicios, de fruncir el ceño. De
benditas sonrisas. De vidas ocultas. De silencios perennes.
De amores confusos. De sueños sacrificados. De quienes son incapaces
de superar el llanto.
Va en serio, sé de personas así,
y puedo asegurar que incluso las malas, merecen la pena. Y ahora,
para rematar la faena podría decir que de ponernos de acuerdo podríamos construir una sociedad mejor... Pero
eso es imposible. Individualmente merecemos la pena, colectivamente
damos pena. Pero no es mi intención salvar el mundo. Hoy, mi intención es... (cavaría en tus ojos hasta
encontrar el origen de tu mirada y luego habitarte para siempre). Lo
que quiero decir... No sé si me explico.
Hoy tu intención es buena, ganar la batalla de habitar sus ojos. Supongo que eso es bueno, aunque no se salve el mundo.
ResponderEliminarMi intención siempre es buena. Lo consiga o no. Se entienda o no. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Lo conseguirás sino es que ya lo conseguiste. Tu muy bien.
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