el tiempo avasalla tus ansias.
Asustada, a lágrima viva,
tus ojos no encuentran consuelo.
Sin uñas, sin pellejo en los dedos,
dejas rastros de sangre sobre tu
cuerpo.
Frías gotas de sudor buscan espacio en
tu frente...
Vulnerable te sientes ante el espejo,
te miras en él y me ves,
desgarras tu piel,
quieres verme por dentro,
-ya lo sé-,
lápida de tus secretos.
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