Hablamos cada día y no nos conocemos.
Hay un mar que bien pudieran ser tres o
más de por medio,
una cultura de egos enfrentados
-además de alejarse de sus bases
populares-
y un amanecer de espera sin prisas al
otro lado
para contarnos nuestras cosas...
Huellas del pasado que forjaron
tristezas y alegrías,
y algún sol limpio de nubes con una
burla socarrona encubierta.
La brisa de un mar trae arena
tramontada en su remolino,
es arena de playa con huellas de un
affaire romántico,
discreto pero apasionado.
Sentados frente a frente cada día hablamos y no
nos conocemos,
jamás nos hemos visto y nuestros pasos
ya son pareja de baile.
Repican las campanas con mi aliento y
tu cuerpo en la distancia,
repican, ya ves, y no nos conocemos.
Ya ves,
ResponderEliminarun mar tan grande como el algo extraño
de dos que no se conocen
bailando al son del un dos tres un dos tres
con manos entrelazadas
en un tiempo que no será...
en esta vida.
Bonito, ¿No?
No sé. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
¡Awww! ¿No se? ¡Muerta soy!
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