La vida se pierde entre risas bellas y
engaños mezquinos: ¿De qué lado estoy si ni siquiera sé
dónde me encuentro?
Eso es lo más parecido a la
vida es una falsedad.
Una luz se enciende y se apaga
según qué circunstancias:
Luz arena blanca mar Mediterráneo cuando se enciende
y luz arena oscura mar Caribe cuando se apaga.
Todos tenemos un sitio en la vida y una
función que desempeñar, por cierto que elegimos libremente: a veces nada más
elegirla nos arrepentimos, otras podemos tardar toda una vida y no
darnos cuenta que hay otra vida más allá del dolor de alma:
-¡Dímelo con el alma!. ¿El alma? (recuerda). ¿Dónde se olvidan las penas? O
peor, ¿dónde se olvidan las condenas? Siempre digo que quien me
condene me ponga las culpas, pero es más fácil condenar sin culpas.
¡Joder, dona!.
¿Cómo será este lunes de esperanza
situado bajo un cielo que presagia tormenta?
Es un cielo que delata mal tiempo, que
amenaza, que humilla...
El cielo está desamparado, ¿o estoy yo?
Mientras la angustia y su dueña se
apoderan de mí,
mientras transita el día,
voy a soñar una vida
diferente y otra nueva elección,
¿estaré a tiempo? (si me encuentro).
Seguro que te encuentras.
ResponderEliminarbesos.
No conozco el Mediterráneo, no conozco el mar Caribe pero si conozco mi aptitud para soñar y como ave migratoria me situó en el punto mas alto del cielo para ver desde ahí el mar.
ResponderEliminarNadie puede contarme el Mediterráneo por mucho que sus pupilas se hayan llenado de su azul profundo, quizás si yo lo viera tampoco lo contaría porque no sabría describir su belleza o en un egoísmo puro me lo quedaría solo para mi.
Pues vale, te quiero amigo.
ResponderEliminarVoy a soñar una vida diferente pero, ¿Como la escribo?
ResponderEliminar¡Ay!
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