viernes, 9 de agosto de 2013

Un silencio más

Si fuera una de mis hijas (o las dos) lo entendería, pero es mi esposa. Lo ve a sus amigas, lo ve a sus enemigas (no sé si las tiene, o si las que tiene son mías), lo ve a todo el mundo porque en todo se fija, y considera que va siendo hora que ella también tenga un móvil de última generación. Siempre fue contraria a la posibilidad de tenerlo. Lo considera una falta de respeto en la mesa. Porque en una tertulia de cuatro tres teclean el móvil... Pero ahora ella quiere ser una de tres. En este plan las tertulias serán de tres y no de cuatro, y no podrán jugar al mus. Pero eso no les importará, porque lo que quieren es teclear el móvil. Intentaré convencerla, pero estoy seguro que ya no hay tiempo: al mediodía aparecerá con un móvil de última generación contrario al buen gusto y la conversación afable. Y yo a callar.
 

5 comentarios:

  1. Muy fácil de soslayo, no puedes evitar que tu familia tengo un celular de última generación pero puedes hacer algo -yo lo hago- cuando mi familia está conmigo o salimos a comer o algún lado, los celulares se apagan o tendrán que aguantar mi genio. Prefieren apagarlo.

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  2. Me falta carácter o me sobra miedo. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. ¿Quién dijo miedo?

    ¿Te falta carácter? ja no me hagas reír.

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  4. No lo comentes que entonces me quedo a las puertas del silencio. Solo y desamparado. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  5. ¿Solo y desamparado? ¡Hombre faltaba mas! ¿Para que son las amigas del alma sino para hacer compañía?

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