Un amigo de los viernes de fiar me dice que le hago
pensar. No me lee, así que difícilmente le puedo hacer pensar. Yo
no pienso cuando hablo, y él solo sabe de mí cuando hablo... Solo cuando escribo (y poco), porque me duele la cabeza, pienso. A veces
escribo cosas que al releerlas me hacen pensar. Un amigo
de los viernes es de mucho Zen, de "más vale un minuto de vida franca y
sincera que 100 años de hipocresía". Yo soy
menos de meditación y más de colindancia, me gusta dar un
enfoque diferente a la vida. Amor y poesía. Creo en el
humano ser como filosofía de vida. Soy
mente sugestionable, una persona expuesta a la fantasía de manera
caprichosa más allá de lo inverosímil, soy yo mismo por el hecho de querer parecerme a mí, por sentirme proclive a mi realidad. El pensamiento, conocimiento,
meditación Zen no es creencia que se combate con otras creencias, sino
con la verdad, cuya manifestación en el Ser es fruto de profundas
realizaciones íntimas a base de la aplicación y ejercicio constante
de las facultades de cada cual a la hora de interpretar la vida y su
propia realidad.
Meditación Zen, la naturaleza que manifiesta una serie de
fuerzas, las cuales se agrupan en tres modalidades: fuerzas
Conservadoras, Creadoras y Modificadoras (Destructoras). ¿? Fe,
Esperanza y Caridad. Fe, la fuerza de índole conservadora. Esperanza, la fuerza de
identificarse con la posibilidad cierta. Y Caridad, la fuerza por excelencia, el amor amar sobre todas las cosas... ¿Qué no daría?
Si algo positivo saco de lo que escribo, además de conocerme mejor,
es cuando escribo e interpreto pensamientos comunicados con la
verdad y acabo sin entender porqué todo lo relacionamos con una
religión cualquiera, pensamientos profundos o doctrinas. Se quiera o
no hablamos de amarrarse a la Fe: atadura irracional, para acabar
uniendo pensamiento a humanidad. Se trata de conducir al humano ser
hacia la unión o fusión con el absoluto. Estructura del Ser.
El Ser espiritual se libera a sí
mismo, no es necesario tener Fe en un Ser Superior o un algo, cosa cualquiera, meditación o pensamiento profundo, que no distingue
si unos ojos negros azabache (mitología celta, Triskel: aprendizaje y la trinidad) miran de soslayo. El amor es la ley que debiera gobernar el mundo y todo
cuanto existe. A un amigo de los viernes le animo a pensar con mesura
porque se quiera o no, como seres humanos, somos seres creadores de nuestra propia realidad.
Él, como yo (y Paco), somos una
obviedad de lo trascendente, de lo eterno y lo universal. Somos nosotros mismos a la hora de vivir y compartir una taza de buen café un viernes de fiar.
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