viernes, 30 de agosto de 2013

Un amigo de los viernes

Un amigo de los viernes de fiar me dice que le hago pensar. No me lee, así que difícilmente le puedo hacer pensar. Yo no pienso cuando hablo, y él solo sabe de mí cuando hablo... Solo cuando escribo (y poco), porque me duele la cabeza, pienso. A veces escribo cosas que al releerlas me hacen pensar. Un amigo de los viernes es de mucho Zen, de "más vale un minuto de vida franca y sincera que 100 años de hipocresía". Yo soy menos de meditación y más de colindancia, me gusta dar un enfoque diferente a la vida. Amor y poesía. Creo en el humano ser como filosofía de vida. Soy mente sugestionable, una persona expuesta a la fantasía de manera caprichosa más allá de lo inverosímil, soy yo mismo por el hecho de querer parecerme a mí, por sentirme proclive a mi realidad. El pensamiento, conocimiento, meditación Zen no es creencia que se combate con otras creencias, sino con la verdad, cuya manifestación en el Ser es fruto de profundas realizaciones íntimas a base de la aplicación y ejercicio constante de las facultades de cada cual a la hora de interpretar la vida y su propia realidad.
 
Meditación Zen, la naturaleza que manifiesta una serie de fuerzas, las cuales se agrupan en tres modalidades: fuerzas Conservadoras, Creadoras y Modificadoras (Destructoras). ¿? Fe, Esperanza y Caridad. Fe, la fuerza de índole conservadora. Esperanza, la fuerza de identificarse con la posibilidad cierta. Y Caridad, la fuerza por excelencia, el amor amar sobre todas las cosas... ¿Qué no daría?
 
Si algo positivo saco de lo que escribo, además de conocerme mejor, es cuando escribo e interpreto pensamientos comunicados con la verdad y acabo sin entender porqué todo lo relacionamos con una religión cualquiera, pensamientos profundos o doctrinas. Se quiera o no hablamos de amarrarse a la Fe: atadura irracional, para acabar uniendo pensamiento a humanidad. Se trata de conducir al humano ser hacia la unión o fusión con el absoluto. Estructura del Ser.
 
El Ser espiritual se libera a sí mismo, no es necesario tener Fe en un Ser Superior o un algo, cosa cualquiera, meditación o pensamiento profundo, que no distingue si unos ojos negros azabache (mitología celta, Triskel: aprendizaje y la trinidad) miran de soslayo. El amor es la ley que debiera gobernar el mundo y todo cuanto existe. A un amigo de los viernes le animo a pensar con mesura porque se quiera o no, como seres humanos, somos seres creadores de nuestra propia realidad.
 
Él, como yo (y Paco), somos una obviedad de lo trascendente, de lo eterno y lo universal. Somos nosotros mismos a la hora de vivir y compartir una taza de buen café un viernes de fiar.

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