A quien pueda interesar

Me cuentan que Shakira, luego del parto, recuperará en un verbo su figura. Y eso es estupendo, porque a mi Shakira me enamora. Shakira es feliz y tiene una figura que ya quisieran algunas... además de una salud a prueba de preguntas. Shakira alumbra a un ser humano y es un milagro de la creación. Pero yo no soy ella: yo soy un cuadro clínico sin posibilidad de sanación... A quien pueda interesar mis angustias y mis penas, mis dolores enfermizos. Todas mis enfermedades.
 

-¿Como estás?

-Mal, muy mal.

-Me alegro.

-Eh, te he dicho que estoy mal, que me duele todo menos el alma, que la cabeza me va a estallar, que el dedo del pie y la rodilla. ¿Tú has visto la cara que tengo?

-Qué vas a estar enfermo... Lo que tienes la cara más dura que he visto en mi vida.
 

Y sigue a sus quehaceres. Hablo de una amiga que me acaba de preguntar cómo estoy... Y le digo la verdad, que estoy mal, y no me cree. En este país nadie toma en serio a los enfermos. Cuando alguien te pregunta, ¿cómo estas? le tienes que decir bien, porque si le dices mal te contestará que se alegra. Es una indiferencia total hacia los enfermos... Yo estoy enfermo y nadie me cree. Los médicos sí. Mis amigas no. Quiero que mis amigas se compadezca de mí, que me digan qué pena más grande la tuya... Y que me quieran más. Al menos como yo quiero a Shakira. En mí nadie se fija. Nadie cree que estoy enfermo y que cualquier día... Ay.