jueves, 1 de agosto de 2013

Desde lo más enajenado de mi alma

El padre de mi psiquiatra ha muerto. Lo siento, que en paz descanse. Lo siento de verdad, señora. Su padre. Y empiezo a recordar nuestros silencios entre alguna frase perdida... Ella quiere entrar en ciertos episodios de mi vida pasada. Y yo no entiendo. Ni tampoco qué interés puede tener mi pasado sobre mi salud mental. Si yo antes estaba de los más feliz con todas mis anomalías, es ahora cuando se han sublevado y me han echado a perder. Así las cosas. Es ahora y no antes cuando más la necesito. Y ella dale y dale con mi pasado. ¿Por qué tanto le importará mi pasado? ¡Me cabrea esta señora, joder!. Además, no es que no le quiera contar, es que no recuerdo nada.
 
Es Rajoy, porque me temo lo peor. Y es el padre muerto de mi psiquiatra. Lo cierto es que mal empieza el mes de agosto para mí... Hoy tendré que ir antes de lo previsto a llorar a Les Seniaes. ¿Algún día este país y otros desvelos me dejarán vivir en paz? Desde lo más enajenado de mi alma pido que me dejen vivir en paz.

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