Mi hija Kristel hoy trabaja, está de guardia.
Es y no una faena, porque si trabaja un domingo descansa el sábado
anterior y además le dan un plus. Un dinero, dice que le viene de
perlas. Pues felicidades, mi niña. Y sobretodo por tener dónde
trabajar. La niña de mis ojos me acaba de llamar por teléfono y
dice que al ser el último día de rebajas no espera vender mucho.
Así que trabajará para la próxima temporada. A rey muerto rey
puesto. No hablo de política, a ciencia cierta no sé de qué hablo.
Quizá que le damos demasiada importancia a lo que no la tiene. No
debiéramos ser defensores en absoluto del absolutismo, pero tampoco
debemos creer en todo lo que nos dicen.
Con frecuencia se repite que a personas
destacadas tienden a quitarles algunas cosas y agregarles otras.
Asuntos dignos para un estudio de consciencia donde no se puede
omitir o negar conflictos internos que ponen de manifiesto su
candente impetuosidad. Recordar a veces es morir, y recordar la
presión dogmática que padecemos el jolgorio de escritores que son
la envidia de mis amigas escritoras. La dolorosa experiencia de la vida.
Los desmanes de las dictaduras. La estrechez de la libertad de
expresión. El dominio clerical.
-¿En qué quieres escribir?
-No entiendo.
-Opinión. Literatura. Política. Gastronomía.
-Uy, en gastronomía estaría bien. Escribiré de gastronomía si le
parece bien...
-Claro. Pues ya puede empezar cuando quiera a
escribir.
-¿Usted cree que lo haré bien?
-Aquí todos son estúpidos.
-Me tranquiliza usted, porque yo de
gastronomía no entiendo nada.
-Pues ese es su campo. No se hable más.
-Gracias por su confianza.
-Tenga su clave y ya sabe dónde puede
encontrarme.
-Claro, claro. Que pase un buen día.
(Que pase un buen día fue lo que acabó
por desquiciarme).
Es lo que se maneja hoy, ser doctos en asuntos sobre los que no se tiene idea.
ResponderEliminar(Iba a decir, pasa un buen día pero conociendo de tus malas pulgas mejor hago mutis)
Ya me go a misa.
Son bonitos todos tus post. Besos.
ResponderEliminarHola De Soslayo.
ResponderEliminarEs cierto, no debemos creer en todo lo que nos dicen, después viene “el tortazo” (o desencanto)
A mí me asustaría un poco que dijeran “acá todos son estúpidos”, al día siguiente uno pasaría a ser parte de “todos” ja.
Un beso