El enigma de un amor

Una amiga hace vida alrededor y es testigo fiel de los interrogantes de mi vida. Me cuento y a veces me deja perplejo. Porque yo soy el protagonista del deceso: el muerto soy yo y no ella. Estoy muerto porque no tengo conciencia de estar vivo y porque me siento deslizar inmaterial entre las teorías de la vida. El asunto es ese, y no es baladí.
 

Ella hace vida alrededor y es testigo fiel de mi vida, pero no se entera que mi vida son añoranzas, las cuales coinciden en algunos puntos con mi vida de antes, pero giran y son disimiles, aunque para el caso las volteretas de las opiniones florecen en el mismo sentido del enigma.
  

Cuando una amiga se va deja un vacío en el alma. Lamento ser tan poco original. Aunque la inspiración de uno, se comprende, tiene sus límites. Mientras la angustia gotea en la sensible consciencia. El silencio no siempre da resultado. Porque nada es tan lejano en el tiempo. Y el silencio no da resultado... Si aún la llama del amor está prendida siempre conlleva tristeza y dolor.

 

El amor es un invento humano, cada sentimiento guarda una estrecha relación con el esoterismo, disimula con presteza mientras camina por los senderos del amor. Son seres humanos que, perseveraron para que no se perdieran tantas respuestas que hoy, miles de años después, siguen incomprensibles a tantas insensibilidades.