Y como los viernes siempre serán de
fiar. Lo digo yo, y lo dice Eugenio, mi viejo y sabio amigo, a pesar de la
resistencia de aquí y allá, de la falta de voluntad, de la ligereza
y la indolencia al interpretar un simple texto. A pesar de los pesares y sus
respectivas insensibilidades, estupefaciente, cierro el sobre. (Estuve
allí y no vi tus ojos negros azabache, entonces no vuelvas. Prefiero
esperarte).
¿Y que tal que no la viste pero siempre estuvo?
ResponderEliminarSería posible, no diré que no. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Tendrás que ir tu a buscar entonces a los ojos esos negros azabache.?
ResponderEliminarEs que no te veo muy decidido...
La esperé y no estaba. Pudiera ser que siempre estuvo... no lo sé. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.