Una
amiga me anima a correr una aventura y me dice que ya comenzó, que
me de prisa si no quiero llegar tarde...
Entonces, para no llevarle la ilusión sugerida por su
imaginación a una amiga, echo la vista atrás a ver si tengo la
cabeza en su sitio y no. Aún está a media carga de tensión y se
desbarataría si la cojo. He de esperar, tal vez al medio día... Por ahora dejo que mi
ordenador me siga ordenando las ideas.
A
veces pienso que si adelantara el reloj seis horas más o menos volvería a tener sincronizado la mente con mis
voluntades y todo volvería a ser como antes. Quizá si viviera en otro en otro
continente con seis horas de diferencia horaria mi cabeza se cargara antes de amanecer y mis voluntades y mi cuerpo... Me gustaría no tener que decir no a una amiga para correr
una aventura... ¡Joder, dona, a poco que me animo recuerdo la lista de
las victimas inocentes del caos mental y me entristece el alma!. (La locura
nunca será dueña de sus actos).
¡Vaya! Los hombres y su indecisión. Que si, que no, que tu, que yo, que deja lo pienso porque no quisiera hacerte daño, que patatí patatá, si lo único que había que hacer era cerrar los ojos, imaginar y escribir.
ResponderEliminarMñeh!
¨La locura nunca tuvo maestro para los que vamos a bogar sin rumbo perpetuo...¨
ResponderEliminarLo locura no reflexiona por eso es locura.
Mire, Benedetti lo dice fácil.
ResponderEliminarCompañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.
Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Benedetti era un dios. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Algunos dioses deambulan entre los mortales enseñándoles lo sensibles que son.
ResponderEliminarFantasmagóricos y reales. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.