domingo, 28 de julio de 2013

Amor de tres

Vuelvo a las amigas del alma, para decir que las podría unir en el silencio. Porque escribir es mágico. Una quizá le pareciera buena idea, la otra ni a punta de pistola. Una no le importaría leerme en el silencio. La otra se moriría si no pudiera decir acerca de lo que le parece bien o mal. Una cosa sé de cierto: las dos me releen. Son amigas del alma, pero no se fían de mí cuando escribo.
  
A mis amigas del alma les diría que le pusieran un nombre a la esperanza y que la renovaran cada día. La confianza marca tendencia este verano. Ángel González se preguntaba ¿qué sería tu nombre sin ti? Resuelto el enigma, pues Ángel González era un dios, y él era su nombre, ya solo falta ponerle nombre a la esperanza. Ocurre que el amor está de moda, pero algunas son mal pagadoras en asuntos del amor, y al final acaba siendo desamor... Pareciera una contrición, y tal vez lo sea. Pero es que a veces es muy difícil conjugar la amistad con el amor.
  
El asunto es simple: La confirmación de tres traerá consigo la formal e inevitable ruptura, no solo de los sentimientos, lo que es antiguo, sino entre los partidarios del amor libre. "No hay cama para tanta gente". Y lo digo a sabiendas que ya nada será igual. Aunque debo aclarar que el problema no es la escasez de camas, sino el exceso de amores y sus resquemores. Al fin, cuando el amor llega, hasta en el asiento trasero de un coche el amor se consuma, nos convida a resucitar. Camas hay, lo que ya no queda es amor. Alguien lo ha enterrado. El conocimiento de dos culpable, lo que es lógico y era de esperar: Roto el amor, no se trata de vivir de los recuerdos, de lo que pudo haber sido y no fue, sino de enfrentarse a la verdad de la ruptura, porque un amor que nada amarra, que no una, es un amor en desuso.
 
En los próximos tiempos, aparecerán amores contrariados que bien pudieran, aún siendo desamores, ser buenos pagadores. El amor ha de ser buen pagador hasta que deje de llamarse amor. Son años difíciles para las amigas, y no debiera ser así. No hay confianza, solo hay una burocracia sentimental cada vez más alejada de la posibilidad de amar. La María sabe de qué hablo. Y bien sabe que todo está perdido. Amor resolvedor de todos los problemas. Amor bendito. Amor de amiga, que no amigas... Amor desbocado como nunca antes. Un amor que por menos habría que sumarle una sonrisa y unos ojos decidores con horizontes limpios para que volviera a creer en sus satisfacciones y sus contradicciones. Amor de tres.

1 comentario:

  1. ¡Achis! .¿Quien dice que no existe el amor? Yo tengo mucho para dar lo que pasa que escojo muy bien a quien, no lo doy fácil je.

    A la esperanza le pongo un nombre: Flor de Maria. Creo en ella... Aun.

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