Ayer nombré a dona y dije que estaba
muerta. Y es cierto, dona era mi mascota y está muerta; desde hace
un año está muerta... está muerta, pero seguirá siempre viva en
mí... y también en de soslayo. Será escritura. Como Eugenio,
mi viejo y sabio amigo; como mi amiga del alma que me lee en
el silencio... Hoy tengo que buscar la manera de dejarla ir: la dejaré ir, claro, es
inevitable, y seguirá cada día presente en de soslayo. Que nadie
lo ponga en duda.
Ciertamente siempre estará ahí !
ResponderEliminarSaludos
Ciertamente. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud.
Sea pues mientras no dejes de escribir. Has de Dona una poesía.
ResponderEliminarDona ya es poesía, y también tiene su propia poesía. Muchas gracias.
ResponderEliminarBeso.
Salud.
Lo se perdón de pronto escribo obviedades.
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