Una amiga me escribe un emilio de
urgencias y me dice que si escribo de esa manera no me leerá
más. Porque no me entiende y no sabe qué contestar, y que además le levanto dolor de cabeza. Que
no cuente más con ella y se acabó.
Le
devolvería el emilio, pero no sé. Llevo años escribiendo uno y otro,
casi siempre de las demás, y un día escribo de mí y la única amiga que
me lee me amenaza con no leerme... Ella tiene un blog y escribe
principalmente de ella y su familia, pero yo no puedo tener un
descuido y escribir sobre mí. Los sábados de fieles difuntos son
matadores...
Si
pudiera a mi amiga le diría que no me abandone, que no volveré a
escribir sobre mí, sobre mi esquizofrenia y un deseoso amor. Pero que no me
abandone... No quiero coleccionar más heridas sangrantes; no quiero
volver a ser de un pájaro un ala incapaz de volar... Es sábado, y los
sábados son todos para dona,
mi mascota muerta, como los viernes son de fiar para la esperanza.
Los sábados son triste de morir y escribo con
dolor de corazón. Los sábados vivo vacío de esperanza, débil
de voluntad, perdido de fe. A dona le debo la vida: abrió caminos
cuando mis pies no dejaban huella al caminar y me permitió de nuevo
asimilar mis experiencias. Y echar raíces. Cuando me afecta la realidad
no puedo olvidarla, me falta su cariño, y el aplomo de vivir sin
ella. Era todo para mí. Mi voluntad se resiente. Pronto hará un año
de su muerte y aún la encuentro confundida entre la oscuridad. No puedo
cambiar esa realidad. No soy capaz de
asimilar lo que significó su muerte para mí, y construir un porvenir sin ella no sé. O
simplemente no quiero. Perdido en mi dolor te pido que
no dejes de leerme... o simplemente deja de leerme los
sábados. (Ya amanecerá algún día).
Si yo fuera esa amiga no te dejaría de leer nunca porque eres mi amigo y los amigos son amigos y ya. Da igual si escriben tristes o alegres eso no importa, los amigos son amigos en las buenas y en las malas.
ResponderEliminarNo hagas caso a tu amiga, ella no te abandonará porque ella es susceptible al abandono -me lo dijo un día- y no hace lo que siempre le ha dolido: El abandono.
Y bueno si ella se va pues yo me quedo je aunque no sea de la altura de tu amiga.
De un pájaro un ala no porque se necesitan dos para volar.
¿Otra amiga? Dame tiempo... Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Pues espero que te lea, pobrecillo...
ResponderEliminarBesos.
Es muy bonito lo que escribes. Abrazos.
Me leerá, lo ha prometido. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.