Estoy aquí y es mi medio. Y connota
particularidades especiales. No soy el mismo aquí que en la
calle. Aquí me gusto más, a pesar de mis desvaríos y altibajos. Si
tuviera que tomar partido por uno de los dos, sin dudarlo me quedaría con el de
aquí y su medio. Y si encontrara alguien que mereciera la pena, le recomendaría el de este medio como amigo, es
mejor con diferencia. Ni se me ocurriría hablarle del otro, tampoco le diría si
me preguntara por él con el fin de conocerme mejor.
Si yo no me intereso, no quiero que nadie se interese por mí, por el
otro, quiero decir.
Una mente dividida es complicada de
llevar. Si no le marcas el camino, si la dejas ir a su antojo, la parte mala se apodera de la buena y
manipula tu vida y a todo aquel o aquella que se
acerca a ti con las mejores intenciones. Es el individuo
que elevando los brazos y mirando al cielo diría de lo más
convincente: "yo soy el verdadero, el que merece la pena, el otro es un estúpido vanidoso". Y
no digo que en parte tenga razón, pero el de este medio es más
confiable. Nunca defrauda. Aunque parezca lo contrario, incluso cuando
lo insulta una amiga de su amiga por prejuzgar sin saber. A la
amiga de mi amiga le diría gracias por visitar de soslayo, y que no
deseo que me llegue a querer como quiere a mi amiga.
Los
amores contrariados resisten mejor los descuidos de María, la Magdalena. Son
más fuertes, y no permiten que nadie se inmiscuya en sus
quereres. En la amistad, la interpretación de los hechos
corresponde a los interesados, y resulta que en la amistad que hoy
me ocupa, son amigos del alma. O sea, quédate con tus bonitas
palabras y tus lecciones cívicas. Pero insisto, gracias por visitar
de soslayo.
No entiendo, ¿Alguien te insulto? ¿Quien podría hacerlo si no te metes con nadie? ¿Amigas del alma de tu amiga? ¡Caray! ¿Pues que paso?
ResponderEliminarComo siempre que no relees no te enteras. No me insultó mi amiga del alma, sino una amiga de mi amiga del alma. Una conocida más que amiga, supongo. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.