Vuelvo de la política y aparece el absurdo conmigo. Son días malos para el amor. A niveles máximos, y me explico: una amiga se ha transformado como proceso de una realidad paranoica en simple lectora. No digo que sea malo leer, pero sí para ella. Una lectora tiene clavada la mirada en un libro, y el libro entre las manos y la cabeza inclinada hacia abajo, y eso solo puede indicar una cosa: tristeza y abatimiento. No digo que sea malo, insisto, leer un libro es lo mejor que se puede hacer en cualquier momento, naturalmente si no se tiene algo más saludable que hacer, escribir, por decir. Para escribir hay que mirar hacia el cielo donde todo es pasajero y la felicidad se encuentra al alcance de los sueños; luego buscar la inspiración que a menudo o siempre está en la luna. La luna es fuente de inspiración. Y escribir.
Esto que me obligas a escribir no da más de sí. Tal vez debieras hacer lo mismo por mí: escribir a vuelapluma. De qué es lo de menos, escribir, solo escribir y dejarte llevar por la inspiración. ¿Qué si escribe de Sabina y su voz de tequila a las dos de la mañana? Fuentes de toda solvencia me han asegurado que él, Joaquín Sabina, a dúo con Chavela Vargas te habían dedicado una ranchera... ¿Me lo puedes confirmar?
Buena pregunta....
ResponderEliminarSaludos
...sin respuesta. Entonces no es buena pregunta. Perdona. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud.
¿Sin respuesta? Achis, yo recuerdo haber contestado aunque no estoy cierta ¿O si? De que me la hayas hecho a mi.
ResponderEliminarBuenas madrugadas.
ResponderEliminarHoy te presumo de otra manera... no sé. Contigo nunca se sabe. Y sin embargo... ay. Me agrada saber de ti. Muchas gracias. Beso.
Salud.
Y sin embargo te quiero, canta Joaquín. Soy igual que siempre, voluble, bipolar y quién sabe qué más. Conmigo nunca se sabe. Vaya, por lo menos no soy predecible.
ResponderEliminarBuenas de soslayo
Vale, aunque tarde te acepto las buenas, muy buenas, que son santas... que lo sepas. Beso.
ResponderEliminarSalud.