lunes, 25 de mayo de 2015

Licencia literaria.

La María sabe que hoy no quería escribir: soy muy respetuoso con los muertos; pero me obligan a escribir los vivos. 

Hoy, en Les Seniaes (ojo, no nombro a Ian y Patricia) me encuentro con un amigo y me dice que ayer noche preguntó por mí en la fiesta y no estaba: que si cambié... Para cambiar está uno. Lástima de un amigo que prefiere ser un buen señor. Hoy ocuparé todo mi tiempo en enterrar a los muertos que aún siguen vivos.

Inalterable en mis ideales, me enfrento a otra paradoja de vida absurda: "no es verdad que yo haya cambiado, eres tú que no has crecido". ¡Joder, dona, qué ganas tiene la gente de morir!.

6 comentarios:

  1. No vayas - por favor te lo pido- enterrar a esta que escribe. Tengo terror a los gusanos. Cuando muera mi cuerpo será presa del fuego -infierno post mortem- para después convertida en cenizas me meta en la nariz de todo aquel que tenga a mal pasar por donde vuele en forma de polvo macabro. Tú te salvarás de eso, vives tan lejos. Al final de nuestros tiempos seguirás siendo suertudo sin mi.

    Si algún día -no descarto la idea de que eso suceda- quieras olvidarte de mi, nomás no me pienses y solito mi recuerdo abandonará -sin ningún aspaviento- tu mente. Seré el dejo extraviado que no encontrará nunca el sitio al que perteneció. Ni siquiera tendré cabida en un último poema de amor de literatura.

    Ten un buen día de soslayo.

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  2. Dios quiera que el tuyo se mejor... Te presiento alicaída. Beso.

    Salud.

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  3. Calla calla, el sentimiento flota en el aire.

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  4. Y también en el aire mascan los gusansos... (antes de maldecirme recuerda que te quiero). Beso.

    Salud.

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  5. Un Te quiero y un abrazo. ¿Puedo pedir más? Nomás hoy porfa.

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