Hablo de un mar y de un paraíso donde a las caricias solo le falta tu piel y mis manos. No es difícil de entender, si primero fuimos carne y después tierra firme, también hubo sexo y cumplió sus objetivos: el amor se reinventa. De cuidar tú mi credibilidad hablaremos otro día con más tiempo y menos explicar. Lee y relee hoy y mañana. Nunca dejes de leer. Ni de buscar tu nombre entre los renglones.
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