viernes, 22 de mayo de 2015

Hoy es viernes de fiar.

No me canso, hoy es viernes de fiar. Sé que no todas y todos comprenden realmente lo que significa un viernes de fiar para una semana de preocupaciones. No debe importar la hora que amanezcamos a la consciencia: Hoy es viernes de fiar y sería genial celebrarlo con alegrías sin tristezas. A esta hora del viernes quiero repetir el sentido de la frase y dibujarla en el aire: Hoy es viernes de fiar y debemos cambiar la mente de enfoque y dirigir la luz del pensamiento para que inicie la búsqueda de la magia con unos ojos brujos y redescubrir el cielo y las estrellas e insistir en hacer de un viernes de fiar ese objetivo creativo que reconoce una sonrisa y una mirada de soslayo entre la multitud. Un viernes de fiar se hace presente en el rostro de quien desnuda el día y da paso al misterio y la sorpresa. 

Pero hay personas que machaconamente insisten en hacer de un viernes de fiar un día para la rutina aceptando la idea que todos los días son iguales; son personas incapaces de celebrar la vida aceptando que en un viernes de fiar todo es posible. Libre de emociones, hay quienes no se explican para qué sirve un viernes de fiar. Pues que nadie lo explique y se funda en ellas la angostura de la eternidad.

Hoy es viernes de fiar y los olores de la naturaleza son diferentes, las nubes y su espontaneidad estimulante cambian de figura e insisten en hacer de lo cotidiano proyectos que ilusionan. Proyectos de perspectiva única. Por eso, y lo que no se me ocurre que ya se verá según avance el día, hoy es viernes de fiar y hay que vivir como si no hubiera mañana. Como si hoy fuera el unico día, o el último de nuestra vida.

2 comentarios:

  1. Si supiera que es el último día de mi vida, habría muerto de desesperación al saberlo. Te haré caso como los alcohólicos anónimos: Solo por hoy.

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  2. Que vivas el día como si no hubiera otro o fuera el último de tu vida. ¿Qué no entiendes?

    Voy a Les Seniaes y vuelvo. Beso.

    Salud.

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