miércoles, 27 de mayo de 2015

Júcar.

Por mi pueblo pasa un río inhóspito,
oh, bravo Júcar,
desbordado,
invasor,
que yace y subyace desordenado.

Arrastra su furia al mar,
profundo en su desembocadura,
revoltoso aguas arriba,
traidor.
Un río con voluntad propia.

Por mi pueblo pasa un río de pesca,
él mismo cuida su crianza.
No es un río confiable:
exige tributos de vida humana
para llegar al mar.

Pero los pescadores lo adoran,
es un río inconfundible
de bostezo y algarabía,
festivo, familiar.
Su traición es su refugio.

6 comentarios: