A veces el insomnio, otras veces el remordimiento, la ansiedad, la desesperación o el culto a la literatura no me dejan dormir... Y borracho de instintos irascibles cojo el teclado y tanto es así que ni enciendo el ordenador que me ordena y permanezco en la búsqueda de espejismos y quimeras con efectos volátiles y pasiones libidinosas. Soterrado escribo en la noche desvelada versos sin palabras que hablan de ti.
Las noches se alargan cuando imposible no puedo sobreponerme al hecho que acelera mis pulsiones y el sahumerio del momento: no es otro que el aroma de tu piel. De cuando en vez, mi mente absurda me deja observar tu imagen que me permitía asomarme a tus pensamientos colmando la noche de tu aroma excelso. Florilegio de tu santa poesía.
Cuando te conocí comencé a escribir y dejé de sentir que la desilusión se apoderaba de mí, que mis sueños depresivos no me maltrataban, que el invierno no era eterno de angustia, y ahora que te conozco no te puedo tener y temo volver a la locura que era mi vida sin ti... Sin ti, amor. Sin adioses creo que todo es mentira y busco en el espacio exterior una inspiración literaria al margen de la realidad y somatizo mi cuerpo que no calma mi sedienta pasión. Y me transformo en un porvenir ausente de los dos. Bendita eres entre todas las mujeres y santa por tu poesía: de tu sonrisa nacieron las mariposas que siempre vuelan libres en primavera. Y de tu mirada de soslayo.
"Para tanto engaño no hubiera hecho falta conocernos. Ay dios ¿Qué querrá decir eso? No me hagas pensar tan temprano, por tu dios te lo pido.
ResponderEliminarPara ti siempre es temprano. ¿En qué país vives? Buenas madrugadas, pues. (Recuerda que es viernes de fiar). Beso.
EliminarSalud.
¿Cómo le haces para escribir así? Yo no sé hablar de amor, menos escribir versos. Soy una pérdida de tiempo,
ResponderEliminarYa te lo decía yo... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Tú siempre tienes la razón (¿Algún día la tendré?)
ResponderEliminarBuenas en viernes de fiar.