Mi caminar es tan previsible como yo mismo. Les Seniaes con Ian y Patricia de mañana y por la tarde. Es todo. A lo que a caminar se refiere, naturalmente, porque si me diera por contar... Hay cosas que deben quedar en la intimidad... Viene el asunto al caso, aunque para mí fue una simple anécdota cinéfila. Qué más da, lo cuento: íbamos los tres por les Seniaes esta mañana y nos cruzamos con tres amigas de mi esposa que ahora les duele el alma cuando se miran al espejo caminando acaloradas: es masoquismo, pero lo llaman "operación bikini". Nos cruzamos y una le pregunta a Patricia: "adónde vais", a lo que educadamente Patricia responde: "no te lo puedo decir". No conforme le pregunta de nuevo, y encontró la misma respuesta. (De paseo... ¿adónde sino? Entonces mira hacia mí y me pregunta lo mismo... Me entraron ganas de llorar, pero soy un hombre y no puedo. "Si te lo cuento tendré que matarte". La frase viene de Hollywood, ¿quién no lo oyó alguna vez? Pues la cara que puso aquella mujer como que no fue al cine en su vida. Estupefaciente cogió carrera y fijo se pasó de pueblo. Así las amigas de mi esposa. De pena.
Soy previsible en todo. A no ser que me pierda en la noche y se me haga eterna. Lucho cada día por ordenar mi mente, reviso comportamientos y me ciño a los resultados que fueron acciones, meteduras de pata de banco, decepciones, y de todo me arrepiento. Solo espero que el dolor de cabeza me abandone y acercarme a ti cuando llegue la hora. Ruego a Dios que mantenga vivo tu recuerdo en mi memoria. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario