viernes, 29 de mayo de 2015

Paseando estupideces.

Ni superar descuidos, ni humildad y menos reconocer errores... Hay quien quiere morir y no se da cuenta que no está preparada. No es fácil morir. Y más diría, si las cosas se quieren dejar como Dios manda puede llegar a ser imposible si no te mata un camión al cruzar la acera o nadie te ayuda. A veces cruzar de acera es tan difícil como morir.

Daremos por sentado que cruzar de acera en un paso de peatones con el semáforo en verde es imposible si te cuesta andar o no lo puedes hacer sin ayuda porque eso, ayuda, lo que es ayuda no la pidas: nadie te prestará una mano a un brazo pegada para cruzar. ¡Oiga!, no me vengan con paños calientes: como se lo cuento. Cada cual va a lo suyo y lo de los demás nos importa un carajo. ¡Ni mea culpa ni golpes de pecho, carajo!.

En serio, no hay un viernes de fiar que lo sea con todas las consecuencias. De acuerdo, pero que un viernes estúpido deje de ser de fiar para morir... no sé si se me entiende. ¿Y los deudos? ¿Y el papeleo? ¿Y el epitafio? ¿Y las memorias? ¿Qué persona de bien muere sin escribir sus memorias? Y a más: ¿Quién muere hoy en día sin dejar una carta de amor escrita, un sueño intencionado en un cajón, un descuido o un chiste para las carcajadas en el sepelio? Solo se vive una vez y se muere otra, así que poquito a poco y sin prisas... 

Amiga de la vida y de la muerte eres el perfecto resultado de un trastorno mental. Mereces ser estudiada con devoción por una universidad a distancia... O un escritor de mala prosa. Los hay muy buenos. Usted amiga (usted si tú quieres: entonces marcaremos las distancias), vaya a esa iglesia que tiene cerquita de casa y verá que de bonita es muy triste. Porque allí solo hay remordimientos y malas acciones y algún perdón inmerecido y etcétera. Vale, y algunos sueños y alguna virtud admirada y promesas por cumplir y pecados por cometer (no sean hipócritas). Hasta que no vomitemos amor por los cuatro costados y risas espontáneas y una mirada de soslayo que nos saque de quicio nada de muerte... Ni de morirse.

-¿Defina usted "Hasta que no vomitemos amor por los cuatro costados en adelante..."?
-Uy, qué tiquismiquis amaneció este viernes. Soy optimista, ¿sabe usted? Y me gusta la existencia con sus dones y tu don especial, y tus abatimientos y sobre todo los míos. También nuestras depresiones. No pienso en la muerte porque no es tan estupenda como la vida... Soy viejo y sé de qué hablo. No piensen en la muerte ni en otra cosa peor si existe. Sean felices. Muchas gracias.

5 comentarios:

  1. No sé si reírme o ponerme a llorar. Eso de ser estudiada por una universidad es para morirse de risa... o de amor según toque.

    No me gusta ir a las iglesias, hay puro santo triste. ¿Por qué los santos no sonríen? No me contestes, es una pregunta echada al vuelo.

    Ten un buen día.
    Hasta mañana.
    Tus últimos textos me gustaron. Ya sabes me gusta cuando hablas de amor.

    Ciao

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  2. No te voy a contestar... Beso.

    Salud.

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  3. Si en vez de hablar el idioma de Vicente Fernández hablaras el de Miguel de Cervantes... Hablo de insultarme a la cara. Beso.

    Salud.

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  4. ¿Vicente Fernández? Chale, mejor ladro.

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