Día Internacional de Trabajador.

En el día del trabajo, andan los de siempre con el guapo subido hablando de la recuperación económica del país y que vamos a mejor... Entonces ya podemos morir de éxitos: ni de pobrezas ni de hambre, tampoco de depresión. En el Día Internacional del Trabajador hay 5,5 millones de personas que quieren trabajar y están en paro. Estos políticos tienen el país en el ombligo.

Peor que celebrar la fiesta del trabajo sin trabajo es perder la esperanza de trabajar algún día... Pido disculpas porque hoy no creo en la recuperación del país, la felicidad ni en el amor, tampoco en la poesía que nos debiera explicar el porqué de todas las miserias que padecemos. Y con eso, no tener trabajo es un mal menor, porque peor sería, además, estar enfermo. La redundancia digna del maligno. Los políticos y su incontenencia verbal es un conflicto de intereses insufrible para los que siempre pierden. Y para más burla les tenemos que reír las gracias. 

No digo no a la macrorecuperación que igual sí, pero a la recuperación de a pie de calle digo no y va a misa. Tampoco digo que el país no pueda esperar otra legislatura, pero la ciudadanía no puede esperar ni un minuto más. SI aumentan los porcientos macroeconómicos también aumenta la corrupción. Y vamos hacia unas elecciones amordazados que ayuda poco. Una patria no se construye con amenazas de los que siempre gobernaron y quieren seguir gobernando. 

La crisis duele a toda la familia: indefendible el programa electoral que no tenga en cuenta las verdaderas necesidades del pueblo. Hoy, Día del Trabajo, primero trabajar y después nada de Dios dirá porque estamos hartos, así que después del trabajo, la sanidad, la educación, la dependencia y etcétera. Estado de Bienestar. Muchas gracias.