Daré en loco.

Tengo que reconocer que cada vez que nos convocan a las urnas me endemonian como hechos del pasado que nunca debieron ocurrir. Del pasado olvidar lo malo por negativo y del presente negociar algo más humano. Hay luz más allá de esta resurrección que nos prometen estos impresentables, hablo de política, recuerden.

Mayo siempre fue un mes de flores a María, no sé a qué viene ensuciar el ambiente con mentiras y acciones indignas. Cada minuto cuenta para congraciarse con el bendito amor. Y con la vida: igual hay quién no se entera que está vivo. 

Ayer tarde fui a la presentación de la candidatura del PSOE, se presenta una amiga de candidata, la quiero y tenía que ir. Aunque la vecina chismosa ya me había puesto al día... Esta mujer es vidente. Todo promesas estúpidas e insultos. Tenía razón.

En la presentación estábamos los de siempre pero más viejos. Si al menos un responso por los fieles difuntos. Pero no votan. Si los viejos estorbamos de los muertos ni hablamos. De otra manera bien, muchas gracias, me saludaron más que siempre, los dos me dieron la mano y uno me preguntó por Ian a punto de volver del servicio militar. Como soy un cacho de pan y moja los quiero a pesar de sus miserias y aquellos desprecios. Mañana, porque es domingo y voy a misa, pediré al Dios bueno por el rey, también por su papá el otro rey, por el presidente del gobierno, por mi amiga la candidata y por mi vecino el candidato. Y por el amor inmarcesible: dona. Y por una amiga mexicana que a veces se le olvida que la quiero y me insulta. Y por mí. Mañana haré jornada intensiva entre la vida y la muerte. Y transitaré de esta vida a la eterna con mi alma en pena. Igual me quedo, no sé. Quince días de campaña electoral es mucho incluso para mí: Daré en loco.