Qué triste, había escrito la canción más hermosa de amor jamás escrita y a la hora de darle unos últimos retoques mi esposa me dijo que si correfur y al guardarla se borró. O no la guardé. Y ahora, desconsolado y más triste de morir que de costumbre, solo quiero que me mate un camión... Nada como vivir un momento de inspiración. Nada como escribir la más hermosa canción. Nada como perder la cabeza por amor y encontrarla restaurada... Iré donde mi imaginación descansa a ver si la encuentro. Si no vuelvo... ay, no sé qué haré si no vuelvo. Porque además de una hermosa canción era una promesa. Solo quiero que me mate un camión: ¡Mátame camión!.
¿Que te mate un camión? ¿Estás mal de la cabeza o qué? ¿No te has puesto a pensar que se manchará todo de sangre? ¿Quién va a limpiar? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? Y luego además de quedarte despanzurrado todos los mirones querrán ver con qué cara quedaste. Tu alma no tendrá descanso. Vagarás por los siglos de los siglos amén. No encontrarás descanso nunca. Andarás perdido en las sombras abyectas de los accidentados. ¿Eso quieres?
ResponderEliminarDeja eso mejor y ponte a reescribir la canción más bonita del mundo. Te quedará major sino ¿para quéla perdiste?
No se hable más, a lo que te truje Chencha.
Besos de soslayo
A mí el carrefur me mata. Digo carrefur y digo los supermercados grandes.
ResponderEliminarVale, no saldré a la calle para que no me de... ay. Beso y muchas gracias por el ánimo.
Salud.