Un pájaro sin dolor

Llegados los años altos de la vida, y es así se quiera o no (sino antes), todos y todas acabamos pidiendo consejo al farmacéutico. Yo, siempre por prescripción del médico, el farmacéutico es del PP y ya no me fío... Empezamos con analgésicos y acabamos con morfina como medida preventiva para tener la mente algo lúcida y darnos un tiempo sin dolor (un pájaro sin dolor capaz de volar por los confines de la tierra y un mar) y así dejar atadas las cosas. Papeleo engorroso que muchos le tienen miedo y que solo perjudica a sus herederos. ¡Hagan el testamento en vida, no sean culpables: el llevarse sus hijos como hermanos depende de ustedes!. O mejor, no esperen a morirse, denles todo lo que tienen en vida y se lo agradecerán más... ¿Para qué lo quieren ustedes si ya son viejos? Cojan la pensión y váyanse a vivir a Benidorm y déjense de dar la lata... (A mí estas cosas me poden enfermo).

Yo tomo mis medicinas y no es que mejore pero las tomo. Para mandado yo. Digo que no mejoro pero quizá mis desavenencias no vayan a más, que todo es posible, incluso sea a lo máximo que puedo aspirar. Yo soy de esos millones de personas en este país que tomamos pastillitas de todos los colores, perdón, eso era antes, ahora todas son blancas. ¡Claro, dona, ahora me doy cuenta porqué un día me paso de estúpido y otro día no llego!. Si fuera un capo de la mafia a la Mato... la beatificaba. La mafia y el Opus para eso son muy serios... La ministra Mato hizo y está haciendo mucho por los enfermos crónicos. Sí.
 
Un buen consejo sería no llegar a viejo, pero no llegar sería peor, así que pastillitas las justas, las que diga su médico, cuantas menos mejor, y si tienen que robar para pagárselas... roben solo el porciento que les quitó la beata Mato con el copago (lo de beata denlo por hecho).
 
Sería maravilloso un mundo sin dolor. Tal vez un día alguien invente un fármaco o una mirada de soslayo que nos devuelva a la vida sin dolor...
 
-¿Sabes lo que pensé esta noche?
-En dormir.
-¡Calla, mujer!, que se me había olvidado dormir. El colchón es bueno y nuevo. Las almohadas también: las tres. Quito una pongo otra. Pongo dos y pongo tres. Me levanto a mear y no hay manera. Si antes dormía, ¿por qué carajo ahora no?
-Algo harías...
-¿Remordimiento, quieres decir?
-¿Por qué no?
-¿Te parece que se lo comente a la psiquiatra el día 12?
-Mejor no, te tomaría por loco descabellado. No me has contestado a la pregunta...
-¿Qué pregunta?