Hay quien sostiene que la imprenta ya existía antes de que la inventara Gutemberg y que se mantuvo en absoluto secreto para preservar el conocimiento solo para unos cuantos privilegiados. Según los cánones de la época no todo el mundo debía saber: el saber es una forma de control. El saber es poder, y en manos del pueblo el poder saber es peligroso. (Nada ha cambiado)
Lo paradójico del invento de Gutemberg, es que pese a su gran éxito, significó su propia ruina financiera y terminó alcohólico, aunque al final obtuvo del arzobispo de su comunidad su reconocimiento y bendición.
En nuestros días (datos del 2010) se imprimen al año unos 25 millones de nuevos ejemplares de libros, cada uno con la tirada que podemos elevar a la potencia que a cada cual le venga en gana. Pues bien, eso es insostenible bajo el punto de vista ecológico, y por eso, los que más saben estiman que a finales de este siglo el libro de papel desaparecerá. Y los periódicos (sino antes). Y las esquelas. Y más. No es mi intención en un lunes de esperanza retardada desanimar a leer libros, todo lo contrario, animo a que se lean más y más aprisa, dado el precio que supone para el ecosistema del planeta su producción. Los libros, de cumplirse este predicción, habrán sido un invento con tan solo seis siglos de vida.
¿El árbol del conocimiento asesinará al árbol de la flora mundial? Veremos.
Lo paradójico del invento de Gutemberg, es que pese a su gran éxito, significó su propia ruina financiera y terminó alcohólico, aunque al final obtuvo del arzobispo de su comunidad su reconocimiento y bendición.
En nuestros días (datos del 2010) se imprimen al año unos 25 millones de nuevos ejemplares de libros, cada uno con la tirada que podemos elevar a la potencia que a cada cual le venga en gana. Pues bien, eso es insostenible bajo el punto de vista ecológico, y por eso, los que más saben estiman que a finales de este siglo el libro de papel desaparecerá. Y los periódicos (sino antes). Y las esquelas. Y más. No es mi intención en un lunes de esperanza retardada desanimar a leer libros, todo lo contrario, animo a que se lean más y más aprisa, dado el precio que supone para el ecosistema del planeta su producción. Los libros, de cumplirse este predicción, habrán sido un invento con tan solo seis siglos de vida.
¿El árbol del conocimiento asesinará al árbol de la flora mundial? Veremos.
Cada vez los libros cuestan mas caros, no hay dinero que alcance. Para muchos es, comes o lees. Obvio de letras no se llena la panza. podrá aguantarse el espiritu pero el hambre no.
ResponderEliminarBesos