domingo, 3 de noviembre de 2013

Por el amor de una mujer...

Al sentirnos traicionados, entre la decepción y el dolor inquieta perdonar. Volver al amor si es posible. Un consejero espiritual diría que sí al perdón. Elegir siempre el perdón. Heridas de  traición: gran magnanimidad. El correr del tiempo puede cerrar las heridas... el perdón al alma llega mucho antes que la sanación a la carne. La traición, el perdón... vida espiritual para superarla. Jamás crear un nido de rencor frente el recuerdo. Toda decepción tiene su historia, toda herida su sanación. Mejor el perdón... -¿Y con eso ya no dolerá el alma?
  
La falsedad, la violación de los sentimientos, el irrespeto, el silencio y la palabra, el desprecio y sus diversas modalidades, el deterioro de la confianza, resquebrajado el amor... -No lo sé.

4 comentarios:

  1. Hay que ser santo para perdonar pero los santos no se enamoran. Si se va a perdonar, se perdona y a otra cosa, no estar duro y dale con lo mismo. Si no se puede perdonar mejor no hacerse daño y volar. Digo yo pero no hagas caso, ya sabes que en eso de amor yo no se nada.

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  2. "Hay que ser santo para perdonar pero los santos no se enamoran". Me gusta. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. No es cuestión sólo de perdón creo yo, porque ¿a quién perdonar a la persona que te daña o a ti por permitirlo? También entra en juego el enquistamiento de la decepción y el miedo al dolor. Es muy complicado la verdad.

    Beso

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