Soy hombre de palabra que respeta sus compromisos, pues bien, el tema que hoy me obliga a escribir me hace dudar si debo o no respetar una promesa. Mi esposa me obligó a prometer que iría a misa los domingos si Jesús el Cristo le concedía algo -no me dijo qué-. Mi esposa sabe. Y yo: primero que se cumpla algo y luego ya veremos: eso de "hágase tu voluntad" no va con mi carácter.
Yo no soy de mucho ir misa, entierros y eso, pero si mi esposa me dice que vaya tendré que ir, innegociable, ay, como el sueldo de los políticos. Entonces decidí preguntarle a Eugenio (de pequeño fue monaguillo y sabe) para que me explicara y no hacer el ridículo en misa (donde fueras haz lo que vieras), y me dijo que para ir a misa hay que creer en Dios sobre todas las cosas, y para creer en Dios hay que leer La Biblia. Preciso leerla, me dijo, para encontrar la revelación de lo que es Dios. En la Biblia se encuentran los detalles sobre la personalidad y las acciones del Creador.
Ni me imaginaba que para creer en Dios había que leer La Biblia. Me intrigó más el asunto después de hablar con Eugenio. Y lo que más me intrigó fue que me dijera que en el texto sagrado la existencia de Dios se da como un hecho incuestionable. Que no aparece un solo personaje bíblico haciendo preguntas sobre tal o cual asunto, incluso sobre Él. Todos asumen a Dios como una realidad natural. Y los patriarcas, los profetas, los jueces, los sacerdotes y hasta la gente más humilde hablan de Dios como alguien a quien conocían de toda la vida.
Yo no soy de mucho ir misa, entierros y eso, pero si mi esposa me dice que vaya tendré que ir, innegociable, ay, como el sueldo de los políticos. Entonces decidí preguntarle a Eugenio (de pequeño fue monaguillo y sabe) para que me explicara y no hacer el ridículo en misa (donde fueras haz lo que vieras), y me dijo que para ir a misa hay que creer en Dios sobre todas las cosas, y para creer en Dios hay que leer La Biblia. Preciso leerla, me dijo, para encontrar la revelación de lo que es Dios. En la Biblia se encuentran los detalles sobre la personalidad y las acciones del Creador.
Ni me imaginaba que para creer en Dios había que leer La Biblia. Me intrigó más el asunto después de hablar con Eugenio. Y lo que más me intrigó fue que me dijera que en el texto sagrado la existencia de Dios se da como un hecho incuestionable. Que no aparece un solo personaje bíblico haciendo preguntas sobre tal o cual asunto, incluso sobre Él. Todos asumen a Dios como una realidad natural. Y los patriarcas, los profetas, los jueces, los sacerdotes y hasta la gente más humilde hablan de Dios como alguien a quien conocían de toda la vida.
Los hechos en la Biblia se limitan a la relación de Dios con el pueblo; cada detalle de esa relación pone de manifiesto el pensamiento de Dios para con el pueblo. Es todo sorprendente a la vez que incomprensible. Entendería que fuera el poder que tiene en sí mismo el que lo posibilitara, pero no. Tampoco entiendo por qué no existe otro medio revelador de la existencia de Dios que La Biblia. Debiera leer La Biblia, las circunstancias me obligan, pero es demasiado gorda y mi paciencia la reservo para mi esposa. Además, hay quién considera que después de leerla es más fácil demostrar la existencia de Dios que tratar de encontrar, por los que no la han leído, razonamientos, argumentos y pruebas que digan lo contrario. No sé, lo cierto es que Dios existe, según La Biblia.
En esta vida no creo leer La Biblia entonces me quedare con la duda de si Dios existe.
ResponderEliminarDebias hacer caso a tu mujer, ella sabe. Igual no me hagas caso, en asunto de dos no se debe uno meter :P
En la misa tiendo a ver la cara de los santos, casi todos la tienen de aburridos. Supongo no es grato todos los dias estar oyendo lamentos de gente desesperada.
Lo único que me gusta de la misa es cuando dan la bendición y el sacerdote dice: Podéis ir en paz la misa ha terminado, lleguenle a su casa, a enchinchar a otro lado, ¡Cuelenle! O como dicen ustedes, ¡Hala!
Pues sepa la bola si tengo o no fe religiosa, lo que si tengo es mucho sueño y ya me voy a dormir antes de que el diablo me lleve. Con eso de que ya van a ser las cuatro de la mañana - hora del diablo- no vaya a venir por mi y me cuente entre sus huestes.
ResponderEliminarHasta mañana de soslayo, un placer como siempre.