lunes, 11 de noviembre de 2013

Quizá mañana

Las almas humildes, asaltan ya hasta los muertos del cementerio... Imagina a una robándole la esperanza a un muerto. No sé si los muertos tienen alma o se va al cielo o al purgatorio cuando se muere el cuerpo. No sé qué ocurre, no lo sé; igual nadie lo sabe. Pero tal vez la esperanza de un muerto son sus únicas riquezas. Las almas humildes son pobres e irracionales y siempre pierden, de ahí que diga que roban la esperanza a los muertos. Esto que escribo pensando en ti no tiene ni pies ni cabeza, como lo tuyo o lo mío, como las almas y las esperanzas. De almas no entiendo pero algo sí de esperanzas. ¿Por qué no me dices algo? ¿Estás enferma o solo enfadada?
 
He leído por ahí que un padre mata a su hijo y luego se suicida para hacer daño a su esposa y madre del niño. ¿Qué me dices? Los cementerios y los enterradores están de enhorabuena en estos tiempos de impunidades y velatorios.
 
Cuando no me hablas te presumo triste no enfadada. Porque no estuvieras triste, porque me dijeras, porque nada te ocurriera... ¡Joder, dona!, ¿qué le pasa hoy?

5 comentarios:

  1. Si yo pudiera hacer algo, haría que le arrancaran las uñas al tipo y le echaran vinagre mil veces hasta implorar clemencia, Esa gente no tiene perdón.

    Eres un sol de soslayo, seguro que si.

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  2. A todos hablo de ti... Eres muy amable. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. ¿A todos? No hagas eso, me abrumas. Estoy loca de soslayo, no les digas de mi.

    Estoy leyendo tus posts en tanto baño a Natalia.
    Te leí desde la madrugada pero no razono desde entonces.

    Besos diferidos.

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  4. Ni yo cuando los escribo: ya somos dos seres irracionales. Beso.

    Salud.

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  5. Mañana será otro día,
    quizás mejor que hoy,
    quizás,

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