martes, 12 de noviembre de 2013

¿Aún no toca hablar de trabajo?

Para esta semana tengo renovadas esperanzas. Creo que tendré buenas noticias para quienes más quiero. Porque no hablo de una sino de tres. Igual es mucho pedir. Pero no deja de ser una corazonada. Me gusta soñar y a nadie hago daño. Ojalá se cumplan mis deseos, sino todos en parte. Las tres lo merecen. Hablo de trabajo para todos y todas, y en particular para mi familia. Patricia que se va a jubilar sin demostrar sus conocimientos... incluso sus capacidades. Cristel, porque vale su peso en oro (es poca cosa). Y mi esposa por salud... Mi esposa pagaría por trabajar. Y yo porque le volvieran a brillar sus ojos de mirada triste.
 
Si aplicamos la correcta perspectiva de vida, quizá viéremos un espejo repetido en nuestra cotidianidad. Antes, las cosas estaban mejor si hablamos de vida laboral. Financieramente estábamos mal y no podíamos seguir en ese plan. A partir de la experiencia aprendida, valorando esa dimensión, concluiremos que ya es hora de redimir nuestros pecados y volver a la normalidad del trabajo para conducirnos a nuevas etapas de madurez. Ser útiles a la sociedad y a nosotros mismos. Que no se dilate en el tiempo.

3 comentarios:

  1. Ya es hora de volver a la normalidad. Porque la crisis no es normal, hay que salir de ella pero, ¡Ya!


    Mucha suerte a ustedes,a ti.

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  2. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde querido amigo. Y además creo que es verde como tu querida tierra.

    Un beso a los cuatro.

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  3. Fundamental. Que no se dilate en el tiempo !

    Saludos

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