domingo, 24 de noviembre de 2013

El dolor de ayer

Como los malos cirujanos, en términos de amistad, o sea, en lo que tiene que ver con amar y ser amado, una amiga opera bien pero se le mueren los pacientes. La amiga que me hizo creer en ella ama bien, según me cuentan.
 
Es incomprensible que quien me enseñó el significado del verbo amar y la santa poesía se haya ido de mi vida. Amor y Santa Poesía (recuerda). Me quiere, lo sé, y yo a ella, lo sabe, pero el amor para que ame no puede ser débil.
 
Mientras escribo las mariposas vuelan libres porque siempre es primavera entre nosotros, pero mi ordenador me obliga a callar, y entonces me vence una pena que nada tiene que ver ella; la pena tiene que ver con el dolor de ayer, aunque todo lo bueno y malo que me ocurre tiene que ver con ella: si estuviera... (Nunca volviste y te espero). Que la sombra permanezca si es tu voluntad, que me muera sin tener algo contigo si no quieres, pero no me dejes caer en la tentación...
  
¿Cómo puedes vivir tan cerca y permitir que la duda permanezca sabiendo como sabes el desconcierto que me acecha?

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