Agonizo, estoy tocado por el Dios del Amor.
Cupido, esa creación fantástica fue impuesta por castigo a la mitología para que purgara los pecados de sus Dioses. De todas las concepciones desprovistas de belleza, Cupido es la más ofensiva. La ocurrencia de simbolizar el amor mediante un bebé, de comparar el dolor de pasión con flechazos, de introducir en el arte a ese gordito para materializar el espíritu sutil y todo lo sugerente, es digno de una época que, después de darlo a la luz, lo abandonó en el umbral de la posteridad para desde allí hacerlo aparecer de cuando en vez y herir de amor a seres indefensos como yo. Un engrído que se burlaba del amor, ahora comprendo que fue porque nadie me amó.
Hola...
ResponderEliminarHola, ¿todo bien?
ResponderEliminar¡Nadie te amó? eso es triste de morir.
ResponderEliminarO nadie me dijo... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Más bien creo fue eso, los poetas suelen tener séquitos de enamoradas. una amiga me lo dijo, no lo sé de cierto.
ResponderEliminarLos poetas tal vez... Te cuesta escribir. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Por eso, tú eres poeta, ni modo que nadie te ame.
ResponderEliminarDesde dona... nadie de la misma manera. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Ayer me acordé de ti. Vi en la tele un programa sobre una funeraria de mascotas. El dueño la creo porque su perrita que tanto amaba murió y quería que tuviera un final merecido, la perrita se llamaba Dona.
ResponderEliminarSolo habrá una dona en mi vida... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Lo sé. Eres de amores únicos y no hay más.
ResponderEliminarYo vengo a ofrecer mi corazón, lo más bonito de hoy. (Me cuesta escribir).
No lloraré dos veces por el mismo amor... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Yo menos.
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