¡Salve María, la Magdalena!.
La estulticia y la mudez se apoderan de mí. Hoy no es mi día. Y de vuelta a casa me entrego al camino de Les Seniaes bajo la hipnosis de un sol liado de preocupación por una amiga situada bajo el mismo cielo. ¡Dolor de alma!. ¿Qué hay de la felicidad forjada en los encantamientos, las promesas virtuosas, la armonía que tan solo es capaz de crecer en las palabras? Y mientras, Víctor Manuel canta:
Qué te puedo dar, que no me sufras.
Qué te puedo dar, que no te hundas.
Que no vea en tus ojos reflejos de cristal,
que me mata tu angustia, que me puede tu mal.
¿Qué te puedo dar?
Si Víctor Manuel me preguntara, le diría que me diera un poema en forma de canción, pero nunca me lo preguntará, ni siquiera sabe que existo.
ResponderEliminarYo lo conozco -mucho y bien-, y te puedo asegurar que no siempre sabe a quién escribe su canción... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Eso suena bien pero igual si no sabe para quién la escribe menos lo hará para alguien que no es ni brisa en su entorno.
ResponderEliminarTodo está encadenado. Se trata de conformarse con menos... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Si
ResponderEliminarNecesito dormir, si no lo hago voy a enloquecer.
ResponderEliminarFelices sueños. Beso.
ResponderEliminarSalud.
No es un aviso, es una suplica. Nada puedes hacer por mi. Moriré de insomnio.
ResponderEliminarAntes que de hambre lo sé. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Si fuese de hambre hacia mucho habría muerto. Recuerda que como lo esencial aunque este llenita eso no quiere decir nada.
ResponderEliminarSe muere mucho antes por no dormir que por no comer. Beso.
ResponderEliminarSalud.
¡Oh, moriré pronto! Y si no pues no tendrás la razón por única vez.
ResponderEliminarLa razón siempre está de mi parte. Siempre. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Jajaja mira tu tan engreído jaja.
ResponderEliminar¿Qué te creías? Beso.
ResponderEliminarSalud.
Nada, en realidad no creía nada pero a veces tienes unas respuestas tan tuyas.
ResponderEliminarPerdón. Beso.
ResponderEliminarSalud.
No pidas perdón por algo que ni yo se el porque (asht esa ausencia de acentos mía me trastorna)
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