En el Día de Andalucía felicito a mi amigo Antonio José.
-¡Felicidades quillo!. ¿Cómo se presenta el día?
-Político y económico.
-Cómo es eso?
-Pues que iremos a la fiesta pero a comer a casa. En este pueblo el ayuntamiento prepara una paella para todo el vecindario, pero luego de comer, con el café y el chupito empiezan las peleas políticas y a mí ya me aburren. La política a muchos los deslumbra. La pasión por la política en esta tierra ha superado al enfrentamiento sempiterno que mantenemos los del Betis y los del Sevilla. ¡Sevillista a muerte!.
-Se trata de que pasen las elecciones europeas y ya volvéis a pegaros los unos con los otros, al fúrtbol me refiero, que el Pueblo Andaluz es pacífico, menos tú.
-¿Qué dices, si no hay gente más pacífica que yo?
-Claro, tú y Sánchez Gordillo, el alcalde de Marinaleda...
-Nuestro mayor poder viene de ser poderosos en la calle ante tanta injusticia...
-Posible, amigo. El verdadero poder aflora en los peores tiempos, no en los buenos. Y en la calle, bien dices. Los políticos se aferran al sillón, al dinero en definitiva y no lo sueltan ni descubriéndoles con las "manos en la masa". Es malo acostumbrar al poder y apoyarlo con los recursos de todos. Hay diferencia entre creer ser poderoso y realmente serlo. Un abrazo.
¡Viva Andalucía!.
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