martes, 4 de febrero de 2014

4 de febreo

Hablo de una mujer.
Y ama...
Y siente...
Y es amiga...
       
Como suave brisa de inspiración en paradero desconocido,
como el sentimiento triste de una gota de agua en el desierto,
ella,
esa mujer,
mi amiga tiene cáncer.
 
Pero su corazón no está enfermo.
   
Los ladrillos de su casa se desploman,
el hormigón se derrite por aluminosis,
el nivel no tiene gota y se desarma,
el mortero hace aguas
y su casa se viene abajo.
(Eso teme).
 
Su corazón no tiene hogar
y su vida es un poema.
 
Pues que el cáncer no destruya su corazón
entre un millar de sucias mentiras.
Ella no es culpable sino de amar.
Su casa sigue en pie.
Resurge de sí misma.
(Vive).

2 comentarios: