Deja caer las rosas y los días
una vez más, segura de mi huerto.
Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,
mejor perfuman cuando son tardías.
Al deshojarse en tus melancolías,
cuando parezca más desnudo y yerto,
ha de guardarse bajo su oro muerto
las violetas más nobles y sombrías.
No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido.
Y como ahora al florecer se inflama,
leño seco, a tus plantas encendido,
ardiente rosas te echarán en su llama.
Leopoldo Lugones, poeta, falleció el 18 febrero de 1938.
Bello poema de Leopoldo Lugones., pensé que como tantos otros solo eran inventos en mis libros de primaria.
ResponderEliminarMurió de mala manera. Beso y Besito.
ResponderEliminarSalud.
¿En serio? Voy a buscar.
ResponderEliminarMejor no vayas... Beso y Besito.
ResponderEliminarSalud.
¡Pobre Lugones!
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