Amar a veces es una larga espera,
una cadena de eslabones,
unos oxidados,
y otros perpetuados en el corazón de un verso.
Desde atalaya ve las olas estrellarse en las rocas,
se estrellan y se trasforman en espuma,
luego desaparecen y se olvidan...
Como esas hojas secas que vuelan en la vastedad del invierno.
Pero la esperanza nunca muere.
Ni el amor termina.
Ni la poesía que explica:
más allá de la certidumbre tiene su origen lo inesperado.
El amor nunca termina, se transforma en querencia con el tiempo pero sigue siendo amor.
ResponderEliminarEso digo. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Hola
ResponderEliminarHola, buenas madrugadas. Beso.
ResponderEliminarSalud.