No dije nada,
tenía un pálpito, y no dije nada, porque mis pálpitos no
siempre... en fin. Pero hoy es viernes de fiar. Así amanecio. Y confío
más en los viernes que en mis pálpitos... Sin hacerme preguntas -nadie me preguntó- lo que tenía que ocurrir ocurrió y es para
bien.
En consecuencia, se debe alentar a la colindancia a crear
conciencia ciudadana sobre todo lo que tiene que ver con la esperanza... No
podemos desfallecer: de trabajar hablo, y por ende, de
alcanzar una sociedad más justa. De momento no sabemos mucho, pero es una gran oportunidad. De ahí que un contrato de trabajo es una esperanza que trae apoyo a la economía familiar (y al psique). La esperanza, no me canso, la esperanza.
Dicho
lo cual, en un viernes de fiar, ha nacido una nueva esperanza: ¡Felicidades!. Ojalá sea el
principio de una recuperación de empleo más ajustada a las verdaderas
necesidades del pueblo. Dicho queda.
Me da gusto saber que lo que tenia que ocurrir haya ocurrido y que ademas sea para bien, y que la esperanza siga viva.
ResponderEliminarNo entiendo de que va pero se lee bueno.
Te mando un abrazo muy fuerte.
Recibo el abrazo con alegría. Hoy es un buen día... ¿lo será? Hablamos cuando aparezca tu luna. Beso.
ResponderEliminarSalud
Va por buen camino el día por lo menos hasta ahorita que son las 8.59 jaja ¡Ay!
ResponderEliminarCuando aparezca la luna entonces.
Olvide preguntar como va el tuyo, ojalá que bien.
ResponderEliminarBien, gracias...
ResponderEliminarLlegada la tarde el viento comenzó a soplar muy fuerte. Chocaba contra las ventanas metiendose por las rendijas. Vino arrastrando nubes de polvo y de lluvia. La luna se asomaba con su impermeable de estrellas pero nunca pudo salir, la lluvia no quiso caer y la luna se quedo plácidamente dormida. ¿Yo? No pude retratarla.
ResponderEliminarHoy es otro día... Cuando dona le ladraba, yo intentaba subuirle la falda... La luna. Beso.
ResponderEliminarSalud.