Nunca volveré a confiar en cualquiera. De viejo, lo tengo claro: todos son iguales.
He descubierto que la única diferencia que hay entre un ser injusto y otro justo es que el primero suele llevar a cabo sus fechorías, en cambio, el segundo, lo piensa y no lo descarta.
El caso es que me siento incapaz de hacerle frente a la muerte, incluso a la vida, y dado mi estado de ánimo actual, incluso me siento incapaz de tener la generosidad de convivir con cualquiera.
He perdido la prudencia y la confianza de vivir entre las necesidades que no puedo abolir. (Reparación con satisfacción).
Nah, cuando se presente la muerte es probable que no tengas miedo por tanto eres capaz de enfrentaría. (ay se me encogió el corazón).
ResponderEliminarAy. Beso.
ResponderEliminarSalud.